Cada vez más comunidades de propietarios en Andalucía y en toda España se preguntan si es posible instalar energía solar en su edificio para ahorrar en la factura de la luz. La pregunta suele repetirse en las juntas: ¿podemos poner paneles en el tejado de la comunidad? ¿Y cómo se reparte la energía generada? La buena noticia es que sí se puede, y de hecho la legislación actual lo facilita. Instalar placas solares en comunidades de vecinos es una oportunidad real para reducir gastos comunes, aumentar el valor del inmueble y dar un paso hacia la sostenibilidad.
En este artículo vamos a explicar cómo funciona la instalación de placas solares en comunidades de vecinos, qué acuerdos deben tomarse, cuáles son los requisitos para acceder a ayudas públicas y qué ventajas pueden obtenerse. Lo haremos con un enfoque didáctico, para que incluso quienes no tengan conocimientos técnicos comprendan todo el proceso.
¿Cómo ponerse de acuerdo para instalar placas solares en comunidades de vecinos?
El primer paso es interno: la comunidad debe tomar la decisión de instalar paneles solares. La Ley de Propiedad Horizontal establece que basta con el voto favorable de un tercio de los propietarios para aprobar la instalación, siempre que no se obligue a todos los vecinos a participar en el gasto. Esto significa que no es necesario unanimidad, lo que facilita mucho el proceso.
Lo más recomendable es llevar a la junta un proyecto o propuesta clara que incluya el coste aproximado, el ahorro esperado y la modalidad de autoconsumo que se plantea. De esta forma, los vecinos disponen de información real para decidir. En muchos casos, los propietarios que más se benefician del autoconsumo son los primeros en apoyar la iniciativa, lo que ayuda a que el resto también se sume.
Cómo funcionan las instalaciones de placas solares en comunidades
La instalación de placas solares en comunidades de vecinos puede adoptar dos modelos principales:
1. Autoconsumo colectivo con reparto de energía
En este caso, la energía producida por las placas se reparte entre los vecinos según un coeficiente previamente acordado. Ese reparto puede hacerse en proporción a la cuota de participación en la comunidad, al consumo real de cada vivienda o a un acuerdo flexible entre los propietarios. El reparto se refleja en la factura eléctrica de cada vecino, de modo que cada uno recibe un descuento equivalente a la energía generada para su consumo.
2. Placas solares para servicios comunes
Otra opción es que la energía generada se utilice exclusivamente para los gastos comunitarios: ascensores, iluminación de portales, garajes, bombas de agua o piscinas. Esta modalidad es más sencilla de gestionar porque no requiere repartir la energía entre viviendas individuales, pero el ahorro se limita a los recibos de la comunidad.
En ambos casos, la instalación funciona como cualquier sistema de autoconsumo: los paneles convierten la radiación solar en electricidad, un inversor adapta esa energía para que sea utilizable en la red del edificio y, si hay excedentes, se vierten a la red a cambio de compensación económica.
Ayudas y subvenciones para placas solares en comunidades de vecinos
Una de las grandes ventajas de la energía solar en comunidades de vecinos es que existen ayudas específicas para este tipo de instalaciones, especialmente a través de los fondos europeos Next Generation y de programas autonómicos.
Para poder solicitar estas ayudas, la comunidad debe cumplir ciertos requisitos básicos:
- Estar constituida legalmente como comunidad de propietarios.
- Aprobar en junta la decisión de instalar paneles solares y dejar constancia en acta.
- Presentar una memoria técnica o proyecto de la instalación, firmado por un técnico competente.
- Acreditar que la instalación cumple la normativa vigente, especialmente el Real Decreto 244/2019 sobre autoconsumo.
Las subvenciones pueden cubrir entre un 30 % y un 50 % de la inversión inicial, lo que reduce considerablemente el tiempo de amortización. Además, existen deducciones fiscales en el IRPF por inversiones en eficiencia energética, que también pueden aplicarse en algunos casos.
Ventajas de instalar placas solares en comunidades de vecinos
Las ventajas son múltiples y van más allá del ahorro económico. Al poner placas solares en comunidades, los beneficios se reparten entre todos los propietarios y se perciben en distintos niveles.
En primer lugar, el ahorro en la factura eléctrica es evidente, tanto en el caso del autoconsumo colectivo como en el de los servicios comunes. Este ahorro se mantiene a lo largo de la vida útil de la instalación, que puede superar los 25 años.
En segundo lugar, el edificio se revaloriza. Una comunidad con autoconsumo solar es más atractiva para compradores e inquilinos, porque ofrece un gasto energético menor y una imagen de modernidad y sostenibilidad.
Otra ventaja importante es la independencia parcial de la red eléctrica. Aunque la comunidad seguirá conectada, la producción propia de energía protege frente a futuras subidas del precio de la electricidad.
Por último, está la dimensión medioambiental. Generar energía limpia en tu propio edificio reduce las emisiones de CO₂ y convierte a la comunidad en un ejemplo de responsabilidad ecológica.
¿Qué pasa si algunos vecinos no quieren participar en la instalación?
No siempre todos los vecinos están dispuestos a invertir en la instalación, y es normal que surjan dudas sobre si se puede seguir adelante. La respuesta está en la Ley de Propiedad Horizontal, que regula cómo deben tomarse estas decisiones.
La norma establece que para aprobar la instalación de placas solares en comunidades de vecinos no hace falta unanimidad. Basta con que al menos un tercio de los propietarios, que representen también un tercio de las cuotas de participación, voten a favor. Con ese respaldo, la comunidad puede instalar paneles en las zonas comunes.
¿Y qué pasa con quienes no quieran participar? Muy sencillo: no están obligados a pagar la parte proporcional de la instalación y tampoco disfrutarán del ahorro directo en su factura. Sin embargo, sí se beneficiarán indirectamente de la revalorización del inmueble y de vivir en un edificio más eficiente.
Esto da tranquilidad a las comunidades, porque significa que el desacuerdo de unos pocos vecinos no bloquea el proyecto. Y al mismo tiempo, deja abierta la puerta a que los que inicialmente dijeron “no” puedan incorporarse más adelante sin necesidad de repetir toda la instalación.
¿Cómo se reparten los excedentes en el autoconsumo colectivo?
Una de las grandes dudas en el autoconsumo compartido es qué ocurre con la energía que sobra cuando los paneles producen más de lo que consumen los vecinos en ese momento. Esta electricidad no se pierde: se vierte a la red y se compensa económicamente en las facturas, gracias a la compensación simplificada de excedentes regulada por el RD 244/2019.
En la práctica, funciona así: cada vecino tiene asignado un porcentaje de participación en la instalación (por ejemplo, un 20 %, un 15 %, un 10 %…). Cuando la comunidad produce más electricidad de la que consume, los kilovatios sobrantes se vierten a la red y la comercializadora descuenta su valor en la factura de cada vecino, de forma proporcional a su coeficiente.
Imaginemos que una comunidad produce 1.000 kWh en un mes y consume 800 kWh en total. Los 200 kWh sobrantes se vierten a la red. Si un vecino tenía asignado un 20 % de participación, recibirá la compensación correspondiente a 40 kWh. Esa compensación aparece en su factura como un descuento, que puede cubrir parte de su gasto restante.
Es importante subrayar que esta compensación nunca puede superar el importe de la energía consumida por cada vecino. Es decir, no se recibe dinero en efectivo: el beneficio es un descuento en la factura, pero nunca se genera saldo a favor.
Este mecanismo hace que el autoconsumo colectivo sea eficiente y justo, porque cada vecino recibe la compensación en función de su participación en la instalación y de la energía realmente aportada a la red.
¿Qué debes saber antes de instalar paneles solares en tu comunidad?
Antes de instalar, conviene que la comunidad evalúe algunos puntos prácticos para asegurar el éxito del proyecto.
El primero es el espacio disponible en la cubierta. Un edificio con un tejado amplio y bien orientado hacia el sur tendrá más facilidad para instalar suficientes paneles y cubrir parte importante del consumo. Si el espacio es limitado, habrá que priorizar entre cubrir servicios comunes o repartir la energía entre los vecinos.
El segundo aspecto es la distribución de costes. Es fundamental acordar cómo se financiará la instalación: si será con cargo a la comunidad, mediante derramas o incluso recurriendo a financiación bancaria o leasing energético. También debe definirse cómo se repartirán los beneficios del ahorro.
El tercer punto son los excedentes. En el caso del autoconsumo colectivo, los excedentes que no consuma la comunidad se vierten a la red y se compensan en la factura, pero conviene acordar cómo se distribuye esa compensación entre los propietarios.
Finalmente, está la elección del instalador. Es crucial trabajar con una empresa que no solo se encargue del montaje, sino también de la legalización, los trámites administrativos y la gestión de subvenciones. Una instalación mal documentada puede perder el derecho a ayudas o retrasar la compensación de excedentes.
Empresa para la instalación de placas solares en comunidades de vecinos
Instalar placas solares en comunidades de vecinos es una decisión estratégica que ofrece ahorro, sostenibilidad y valor añadido al edificio. Lejos de ser un proyecto complejo, hoy en día la normativa lo permite, las ayudas lo hacen más accesible y la experiencia de empresas especializadas simplifica cada trámite.
En AGP Solar acompañamos a comunidades de vecinos en todo el proceso: desde el estudio inicial hasta la instalación completa, incluyendo la legalización y la tramitación de subvenciones. Si en tu comunidad estáis valorando este paso, contáctanos y os prepararemos un estudio gratuito con la previsión de ahorro, el reparto de energía y las ayudas a las que podéis acceder.